CENTRO OFTALMOLÓGICO Y OCULOPLÁSTICO DE MADRID
 

CONJUNTIVITIS

 

¿Qué es la conjuntivitis?

La conjuntivitis es una de las afecciones del ojo más frecuentes en nuestro medio. Habitualmente se trata de cuadros leves y fácilmente tratables, aunque fácilmente contagiosos y transmisibles, que afectan tanto a niños como adultos.

Se trata de una inflamación de la conjuntiva, la membrana fina y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo, producida por diferentes causas y que provoca una congestión de los vasos sanguíneos haciéndolos más visibles, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo.

 

¿Cuáles son los tipos de  conjuntivitis?

 Los tipos de conjuntivitis obedecen a la causa que las produce y hay tres causas principales: Virus y bacterias, alérgenos y sustancias irritantes.

Conjuntivitis infecciosas:

Conjuntivitis vírica: Es el tipo de conjuntivitis más común, provocada por adenovirus, ocurre con más frecuencia en invierno y suele ir acompañada de resfriados y catarros. Suele ser muy contagiosa y se transmite con mucha facilidad en colegios, centros de trabajo y otros lugares concurridos. En ocasiones, la conjuntivitis puede ser causada por un virus herpes, siendo un cuadro más severo por la afectación corneal que puede provocar.

Conjuntivitis bacteriana: En este caso la inflamación de la conjuntiva es causada por una infección por bacterias, como los estreptococos o los estafilococos. Al igual que las víricas, son muy contagiosas y se suelen transmitir por contacto directo.

Conjuntivitis alérgicas: Este tipo de conjuntivitis se origina al entrar en contacto la mucosa conjuntival con un agente alérgeno. A diferencia de las anteriores no es contagiosa y aparece en aquellas personas que tienen algún tipo de alergia, como puede ser a los ácaros, el polen o al pelo de los animales y también se asocia a algunas alergias estacionales, por lo que es más común en algunos meses del año (primavera).

Conjuntivitis irritativas: Ciertas sustancias como pinturas, el cloro de las piscinas o el humo, pueden provocar irritaciones en los ojos que favorezcan la inflamación de la conjuntiva. Suelen asociar afectación corneal (queratitis) con elevada frecuencia.


¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis?

Los síntomas de las conjuntivitis pueden variar según el tipo, pero generalmente incluyen lo siguiente:

-      Ojo rojo (por inflamación de la parte blanca del ojo o del interior del   párpado).

-      Lagrimeo

-      Secreción ocular que puede ser transparente (alergias), mucosa (virus) o purulenta (bacterias).

-      Picor, escozor o sensación de ardor en los ojos.

-      Sensación de tener arena en los ojos.

-      Legañas en los párpados o las pestañas.

-      Párpados hinchados

-      Sensibilidad a la luz (fotofobia)

-      Visón borrosa o  nublada

-      Dolor (en el caso de algunas infecciones bacterianas)

-      Quemosis o edema de la conjuntiva bulbar (la que recubre lo blanco del globo ocular), típica de las alergias.

 

¿Cuál es la duración de la conjuntivitis?

La conjuntivitis es, por lo general, una enfermedad de corta duración y autolimitado en bastantes casos.. Sin embargo, los síntomas pueden durar más o menos tiempo en función de la causa que ha originado la inflamación de la conjuntiva y  de si se está tratando de manera adecuada o no. Por lo tanto, la duración del cuadro dependerá, en gran medida, de un correcto diagnóstico y de un adecuado tratamiento.

Como norma general podríamos establecer los siguientes plazos:

-    Conjuntivitis de tipo vírica: Son las que más pueden llegar a durar. Por norma general los síntomas están presentes entre una y dos semanas.

-    Conjuntivitis bacteriana: Su duración suele oscilar entre 7 - 10 días.

-  Conjuntivitis alérgica: La duración dependerá del tipo de alergia y del grado de exposición al agente causante de la conjuntivitis. Por norma general, la inflamación en los ojos desaparece unos días después de haber entrado en contacto con el alérgeno y siempre que la exposición a la sustancia que provoca la alergia haya cesado.

-      Conjuntivitis por irritación: La duración suele ser de unos 2-3 días, en función de la gravedad de la irritación.

 Pero la duración de este problema no sólo depende del tipo de conjuntivitis. Una correcta higiene y seguir las indicaciones y el tratamiento recomendado por el oftalmólogo es esencial para que la duración de este problema visual no se alargue en el tiempo.

 

¿Cómo evitar el contagio de la conjuntivitis?

Algunas conjuntivitis son muy contagiosas por lo que resulta especialmente importante  seguir algunos consejos para no infectar a otras personas ni volver a infectarse:

-      Usar una toallita o paño limpios cada vez que se lave la cara y los ojos.

-      Lavarse las manos frecuentemente, siempre antes y después de comer, cuando vaya al baño o después de estornudar o toser.

-      Lavar a diario toallas y ropa de cama de uso individual si se padece una conjuntivitis infecciosa.

-      Tratar de no tocarse los ojos. Si lo hace, lávese las manos de inmediato.

-      Mantener los ojos siempre limpios, libres de secreciones, mediante lavados frecuentes con suero fisiológico.

-      Las bacterias pueden vivir en el maquillaje. Esto puede hacer que contraiga conjuntivitis e incluso una infección peligrosa en la córnea. No se debe usar maquillaje mientras tiene infectado los ojos y, por supuesto,  nunca compartir el maquillaje con otros.

-      Los pacientes usuarios de lentes de contacto deben retirarlas de inmediato, además de asegurarse de limpiarlas o sustituirlas por unas nuevas lentes de contacto.   

¿Cuál es el tratamiento de la conjuntivitis?

En general, el tratamiento de la conjuntivitis depende del tipo que sea, pero hay algunas pautas más específicas de cada causa:

Para los casos de conjuntivitis víricas no hay ningún tratamiento específico. El cuerpo lucha contra el virus por sí solo y quizás lo más importante en estos casos sea extremar las medidas de higiene y la limpieza del ojo. El resto de medidas van encaminadas a mejorar la sintomatología o evitar complicaciones, con medidas como colocarse un paño húmedo frío en los ojos para aliviar el malestar, el uso de lágrimas artificiales sin conservantes para reducir la sensación de arenilla, colirios con corticoides para disminuir la inflamación o colirios antibióticos para prevenir una sobreinfección bacteriana. Si la causa de la infección vírica es un virus herpes existen antivíricos específicos para tratar este tipo de infección.

Los casos de conjuntivitis bacteriana son los únicos cuyo tratamiento de elección son los colirios antibióticos. Debemos recordar siempre que los antibióticos no tratan una infección causada por un virus o una alergia.

Una norma general para cualquier tipo de conjuntivitis infecciosa, sea vírica o bacteriana, es que nunca deben ocluirse los ojos ya que esta maniobra lo único que favorece es un mayor crecimiento de los gérmenes por un efecto invernadero.

Si la conjuntivitis se debe a alergias deben utilizarse colirios antihistamínicos o con corticoides además de lágrimas artificiales para aliviar el escozor. En algunos casos más severos se puede recurrir a tratamientos por vía oral.

Cuando la conjuntivitis es causada por algún agente químico u otra sustancia irritante en el ojo el tratamiento inmediato y primordial consiste en el lavado exhaustivo del ojo para liberarlo de dicho irritante. Como en todos los casos también pueden utilizarse lágrimas artificiales para calmar la irritación, colirios antibióticos para prevenir sobreinfecciones bacterianas y colirios con corticoides para reducir la inflamación. 

 
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