CENTRO OFTALMOLÓGICO Y OCULOPLÁSTICO DE MADRID
 

HIPERMETROPÍA

 

¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía es el defecto de refracción del ojo o ametropía en el cual los rayos de luz paralelos convergen en un punto focal situado detrás de la retina, en lugar de converger en la misma retina por un déficit de potencia de refracción de los medios transparentes del ojo con respecto a su longitud. Esto ocurre cuando el ojo es más corto de lo normal.

El fenómeno de la refracción consiste en que la luz cambia su dirección al pasar a través de un objeto hacia otro. La visión ocurre cuando los rayos de luz se desvían (son refractados) al pasar a través de la córnea y el cristalino. Esta luz es enfocada luego sobre la retina. La retina transforma la luz en impulsos eléctricos que se envían al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro interpreta estos mensajes, convirtiéndolos en las imágenes que vemos.

 Es el defecto de refracción más frecuente en la edad infantil, ya que suele ser la condición óptica normal en niños (hasta 2-3 dioptrías) que tienden a decrecer en la adolescencia, estacionarse en la edad media y aumentar en la vejez asociándose a cambios en el cristalino

Una persona con hipermetropía tiene dificultades para enfocar bien los objetos cercanos, incluso visión borrosa en todas las distancias si el déficit es moderado.

Los niños con hipermetropía suelen ver bien, ya que en cierta medida es un estado fisiológico, pero tienden a cansarse si el esfuerzo visual es sostenido , experimentando lo que denominamos astenopia acomodativa lo cual puede afectar en el rendimiento escolar, ya que el niño se cansa al leer e incluso puede experimentar dolores de cabeza originados por el sobreesfuerzo acomodativo que tiene que realizar para llevar a cabo la tarea.

La magnitud de la hipermetropía se mide en dioptrías positivas y se corrige con lentes convergentes, ya sean gafas o lentes de contacto.

 

¿Quién corre riesgo de tener hipermetropía?

La hipermetropía puede afectar tanto a los niños como a los adultos aunque se diagnostica, con frecuencia, en niños entre 4 y 8 años de edad

 

¿Cuáles son los signos y síntomas de la hipermetropía?

El síntoma principal de la hipermetropía es la dificultad para enfocar objetos próximos y la dificultad para leer de forma sostenida, toda la sintomatología dependerá de la magnitud del defecto.

Defectos pequeños pueden pasar desapercibidos y defectos mayores pueden afectar a la visión en todas las distancias

A este defecto de visión se añaden algunos signos y síntomas muy característicos de los pacientes hipermétropes, tales como:

-     Astenopia acomodativa (Fatiga visual)

-     Irritación ocular

-     Fotofobia

-     Dolores de cabeza

-     Frotamiento de ojos

-     Orzuelos de repetición

-     Bajo rendimiento escolar

-     Estrabismo

 

¿Cómo se corrige la hipermetropía?

La hipermetropía se puede corregir con gafas, lentes de contacto o cirugía.

Las gafas son la forma más simple y segura de corregir la hipermetropía y mejorar al máximo su visión.

Las lentes de contacto funcionan al convertirse en la primera superficie de refracción para los rayos de luz que entran al ojo proporcionando un enfoque más preciso, una visión más clara, un campo visual más amplio y una mayor comodidad. Son una opción segura y eficaz si se ajustan y se usan de manera correcta y moderada, cuidando el número de horas y días que se utilizan y proporcionando al ojo la hidratación y lubricación necesaria en forma de lágrimas artificiales para reducir los problemas o complicaciones que originan las lentes de contacto con su mal uso.

La cirugía refractiva tiene el propósito de cambiar la refracción actuando a nivel de la córnea (variar su forma o curvatura) o a nivel del cristalino mediante lentes intraoculares de diversos tipos para así mejorar la visión y disminuir o eliminar la necesidad de usar gafas o lentes de contacto.

Los procedimientos más comunes son los que se realizan con un láser excímero:

-     Con la técnica PRK (queratotomía fotorrefractiva), el láser elimina parte  del tejido corneal más superficial con el fin de aplanar la córnea y así permitir que los rayos de luz se enfoquen con más precisión en la retina.

-     Con la técnica LASIK — la cirugía refractiva más común— se separa una delgada capa (colgajo) de la superficie de la córnea y se pliega hacia atrás; a continuación, el láser retira parte del tejido corneal y, después, se vuelve a colocar el colgajo a su posición original.

 Las lentes intraoculares son la otra opción quirúrgica para corregir la hipermetropía, de elección en aquellos pacientes con una hipermetropía alta o con la córnea más delgada de lo normal y que pueda incrementar el riesgo de tener complicaciones derivadas de la cirugía LASIK o de otros procedimientos de corrección de la visión con láser. También son la técnica de elección en aquellos pacientes que, además de padecer hipermetropía, presentan presbicia. En este caso, la implantación de lentes trifocales de última generación, es una solución muy efectiva, con muy buenos resultados subjetivos.

 Lógicamente, la implantación de este tipo de lentes trifocales, requiere un estudio individualizado del paciente para comprobar si es un candidato ideal para las mismas.

 

 
Correo
Llamada