CENTRO OFTALMOLÓGICO Y OCULOPLÁSTICO DE MADRID
 

                                                 TUMORES PALPEBRALES

 ¿Qué son los tumores palpebrales?

Los tumores palpebrales son lesiones localizadas en la piel de los párpados como resultado de un crecimiento anormal de células en forma de granitos, bultos o masas generalmente asintomáticos pero que en ocasiones pueden picar, sangrar o formas costras.

La edad de aparición de los tumores palpebrales varía según el tipo de tumor. Algunos, como el hemangioma capilar, son más frecuentes en la infancia mientras que otros, como el carcinoma basocelular, son más típicos de personas de edad avanzada, pero en general es a partir de los 50 años de edad cuando aparecen con mayor frecuencia.

  

¿Cuáles son los factores de riesgo para la aparición de tumores palpebrales?

 El factor de riesgo que se considera más frecuente para la aparición de tumores palpebrales es la exposición solar crónica y debe vigilarse de manera especial a los pacientes con fototipos bajos, como fototipo 1 y 2, que son personas con piel muy clara que tienen mayor predisposición a sufrir un cáncer de piel, que tienen que protegerse adecuadamente la piel de los párpados y que ante la aparición de cualquier lesión deben acudir al oftalmólogo para examinarla y descartar su malignidad.

 

¿Qué tipos de tumores palpebrales hay?

Como cualquier tumor o masa anormal de tejido los tumores palpebrales se dividen en benignos y malignos, siendo las variedades benignas las más frecuentes (aproximadamente un 80% del total), aunque también hay algunos premalignos que comienzan siendo benignos y con el tiempo acaban derivando en malignidad, como el caso de algunas queratosis.

Otra clasificación divide a las lesiones palpebrales en pigmentadas y no pigmentadas, pudiendo encontrar estirpes benignas y malignas en ambos tipos.

Dentro de los tumores palpebrales benignos no pigmentados encontramos el chalacion, el quiste dermoide, el quiste de inclusión epidérmico, la verruga viral o papiloma de células escamosas, la queratosis seborreica, la queratosis actínica, el cuerno cutáneo, el queratoacantoma y el hemangioma capilar.

Los tumores palpebrales malignos no pigmentados incluyen al carcinoma basocelular (representa el 90% de los tumores palpebrales malignos y el 10% del total de tumores palpebrales con una edad de aparición entre los 70 y 80 años), el carcinoma espinocelular y el carcinoma de glándulas sebáceas.

Entre las lesiones benignas pigmentadas se encuentran la melanosis oculodérmica (nevus de Ota), los nevus simples (“lunares”) y el nevus intraepidérmico, y dentro de las lesiones pigmentadas malignas encontramos el lentigo maligno (típico de ancianos) y el melanoma maligno, que puede surgir de novo o a partir de una melanosis (mancha en la piel).

 

¿Cuáles son los síntomas y signos de los tumores palpebrales?

En general los tumores palpebrales aparecen como un abultamiento, un nódulo o una masa en un párpado. Otras veces pueden ser planos y tan solo mostrarse como una zona de cambio de coloración en la piel del párpado.

Como norma general no son lesiones dolorosas y lo único que nota el paciente es que le ha aparecido ese bulto o mancha al que muchas veces no le da mayor importancia, aunque en ocasiones pueden picar, escocer o sangrar levemente.

El crecimiento de los tumores palpebrales puede ser rápido o lento y progresivo, dependiendo de la variedad, lo que hace que en bastantes ocasiones el paciente acuda a consulta cuando el tumor presenta un tamaño o una extensión considerable que dificulta su tratamiento.

 Los signos que sugieren malignidad de un tumor palpebral son:

 -      Ulceraciones

-      Sangrado y formación posterior de costras

-      Aspecto perlado, con vasos sanguíneos en su superficie

-      Bulto en el párpado con un color distinto a la piel que le rodea

-      Irregularidades de los bordes o límites de la lesión

-      Que se caigan y vuelvan a crecer

-      Pérdida de pestañas cuando afectan al borde libre del párpado

-      Deformación del párpado

-      Heridas que no curan en un plazo de unas dos semanas

  

¿Cómo se diagnostican los tumores palpebrales?

 Cuando un paciente acude a consulta porque se ha notado un bulto o una mancha en el párpado podemos tener un diagnóstico de sospecha con la historia clínica según los síntomas, el tiempo de evolución y el aspecto clínico que el oftalmólogo vea en la exploración. También, en algunos casos especiales, se puede recurrir a pruebas de imagen como TAC y RMN, pero la única manera fiable que tenemos de llegar a un diagnóstico de certeza es mediante una biopsia, tomando una muestra de la lesión o la lesión al completo y enviándola al laboratorio de anatomía patológica que le pondrá nombre y apellido y así saber a qué tumor nos enfrentamos para decidir el tratamiento adecuado.

 

¿Cómo pueden prevenirse los tumores palpebrales?

Al ser la exposición solar el factor de riesgo más importante para padecer un tumor palpebral las medidas de prevención van encaminadas a disminuir en lo posible la incidencia de los rayos de sol sobre la piel del párpado:

-      Disminuir al máximo la exposición solar, especialmente en las horas de máxima intensidad (entre las 12 y las 17 horas)

-      Llevar gafas de sol

-      Proteger la piel de los párpados con cremas solares de protección máxima

-      Acudir al especialista en cuanto el paciente descubra un bulto en el párpado o cambio de coloración de la piel del párpado.

 

¿Cuál es el tratamiento de los tumores palpebrales?

El tratamiento de los tumores palpebrales es generalmente quirúrgico mediante la escisión simple de la lesión y sutura de los bordes si la lesión es de pequeño tamaño o la escisión y reconstrucción del párpado mediante diferentes técnicas según la localización y tamaño del tumor cuando este es de mayor o gran tamaño (resección en cuña y cierre directo, colgajo de mejilla  de Mustardé, colgajo tarsoconjuntival  de Hughes o de Cutler-Beard, colgajos músculocutáneos pediculados) con las que se trata de eliminar el tumor en su totalidad además de buscar el mejor resultado funcional y estético en le párpado operado.

 
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