CENTRO OFTALMOLÓGICO Y OCULOPLÁSTICO DE MADRID
 

                                                               UVEÍTIS

 

La uveítis es una inflamación de una capa del globo ocular (úvea) responsable de la circulación sanguínea. La úvea se divide en anterior (iris y cuerpo ciliar) y posterior (coroides).

 

Tipos:

Existen diferentes tipos de uveítis en función de la zona que se afecte:

·     Anterior: es el tipo más común que afecta al iris (iritis) y, a veces, al cuerpo ciliar (iridociclitis). La inflamación aparece en la parte anterior del globo ocular (cámara anterior)

·     Intermedia: se afecta el cuerpo ciliar y estructuras cercanas por lo que se afecta principalmente el vítreo

·     Posterior: se ve afectada la coroides (coroiditis) y en ocasiones, también la retina por su proximidad (coriorretinitis)

·     Panuveítis: se afectan las tres zonas de la úvea, dando cuadros más severos

 

Síntomas:

Los síntomas dependen de la localización y del grado de afectación:

Las uveítis anteriores e intermedias suelen dar:

·     Enrojecimiento

·     Dolor ocular

·     Fotofobia (aumento de sensibilidad a la luz)

·     Visión borrosa

Las uveítis posteriores suelen cursar con:

·     Disminución de agudeza visual variable

·     Aparición de moscas volantes (miodesopsias)

 

Causas:

Puede haber múltiples causas que originen una uveítis:

  1.    Infecciosas: la toxoplasmosis es la causa infecciosa más frecuente. También pueden provocarlas virus herpes, tuberculosis, sífilis
  2.    No infecciosas: hay un gran abanico de causas como:

  •   Traumatismos
  •   Enfermedades autoinmunes: enfermedad inflamatoria intestinal, esclerosis múltiple
  •   Idiopáticas: aquellas en las que no se llega a conocer su origen (representan el 35% de las uveítis)

 

Tratamiento:

El tratamiento de esta patología es muy variable porque puede tener un origen muy diferente. Se precisa de un diagnóstico por parte de un oftalmólogo para poder decidir un tratamiento adecuado, el cual, en ocasiones, se deberá establecer con ayuda de otras especialidades médicas (reumatólogos, internistas)

Se suelen usar antibióticos en aquellos casos en los haya una causa infecciosa, además de corticoesteroides para reducir la inflamación generada. En ocasiones, algunos de estos tratamientos se deben administrar por vía tópica ocular, intraocular, oral o intravenosa.

Otras veces, se deberán complementar con el uso de fármacos inmunomoduladores de forma puntual o crónica 

 
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